Queso HalalMuchos consumidores, y empresarios, se preguntan sobre la necesidad de un queso halal. Aunque a priori el queso es un producto halal, puesto que no contiene ningún ingrediente ilícito, los avances en ciencia halal (halal science) y trazabilidad de los productos nos proponen tener algunos controles más exhaustivo sobre el producto final.

Halal nos exige que la trazabilidad sea completa en cada ingrediente. Así, el consumidor puede tener la máxima certeza en que el producto cumple con todas los requisitos exigidos por la ley islámica.

Además, y desde una perspectiva comercial, para algunos países el certificado halal es un requisito exigible de acuerdo con las normativas aduaneras del país (Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Malasia entre otros) y el queso no es una excepción.

La clave del queso halal: el cuajo

En el proceso de elaboración del queso intervienen unos ingredientes muy simples: leche de vaca, oveja o cabra; cloruro cálcico para que cuaje la leche pasteurizada; y el cuajo.

El cuajo es un elemento clave para producir un buen queso. El cuajo es una sustancia que contiene peptidasas (enzimas) que se utiliza para cuajar la leche que se convertirá en queso. El cuajo puede ser de origen animal, vegetal, microbiano o genético (sintético o químico). Y he aquí donde está un importante punto crítico para la elaboración de un queso halal.

Cuando el cuajo es vegetal no representa un problema. Suele extraerse, principalmente, de la flor del cardo o del látex de la higuera. En cambio, si es microbiano o animal tiene que estar certificado halal.

Por su parte, el cuajo de origen animal se extrae de la mucosa del abomaso (cuarto compartimiento del estómago de los rumiantes) de las crías lactantes de vaca, cabra u oveja. Actualmente se obtiene post-sacrificio. Para que este cuajo sea halal, el animal ha tenido que ser sacrificado conforme al ritual islámico y tener su certificado halal. De lo contrario no puede ser considerado islámico.

Finalmente el cuajo microbiano, aunque es minoritario, se realiza a través de los microorganismos como Rhizomucor miehei, Cryphonectria parasitica, y Aspergillus oryzae. En este caso, lo que se comprueba y certifica es que el cultivo, para obtener el cuajo, sea realizado en un entorno que no contenga posibilidades de contaminación cruzada con elementos haram.

Supervisando que se cumpla este punto crítico obtendremos un queso halal con toda garantía de trazabilidad, listo para ser empaquetado y vendido.

El certificado en el queso halal: un valor añadido

Además de los argumentos técnicos, el certificado halal le aporta el producto una calidad extra, incluyendo todos los requisitos la normativa de seguridad alimentaria. El concepto halal, igualmente, trata de apostar por el desarrollo sostenible y un trato ético en todas las fases de producción y comercialización de los productos certificados.

En los últimos años, además de una prescripción religiosa el halal se ha convertido en un estilo de vida y una garantía de calidad para los consumidores. Exigentes controles para supervisar la trazabilidad del producto y una conciencia ética en toda la producción halal aportan un interesante valor añadido para el consumidor final.

Por todas estas razones, diversas empresas queseras ya cuentan con la certificación halal de Instituto Halal. Esto les ha permitido ampliar su target de clientes. Así como entrar en los mercados de países musulmanes con todas las garantías. Y es que el queso halal es un producto apreciado y con una tendencia en auge en los países del Sudeste Asiático. Este es un camino fascinante del que empresarios y consumidores nos beneficiaremos mutuamente.