La realidad de las mujeres en el contexto de las comunidades islámicas es compleja y tremendamente limitada, dado que existen muy pocos mecanismos y espacios que permitan la participación en cualquiera de los aspectos y actividades de estas estructuras socio religiosas, destacando especialmente la escasa o nula presencia en los órganos de decisión, lo que determina la imposibilidad de participar e influir en la toma de decisiones, lo que masculiniza inevitablemente estas organizaciones. Esto es especialmente inquietante cuando se habla de espiritualidad, de favorecer la conexión con el Creador, primando aspectos físicos, frente a la potencialidad común de los seres humanos hacia el mundo espiritual con el que Allah (swt) nos ha creado.

No obstante, se aprecia una tendencia positiva hacia una mayor concienciación entre la ciudadanía musulmana, especialmente entre los jóvenes de las nuevas generaciones, entre chicos y chicas que ya viven el Islam y la ciudadanía de forma integrada, con los valores igualitarios como parte de su desarrollo personal, sin contradicciones en su práctica religiosa y espiritual, como así lo recoge en propio Corán, y nos enseñó con su práctica vital el Profeta Muhammad (pyb) y por ello, se exige igualdad plena entre hombres y mujeres en todos los espacios de la vida.

Existen casos de éxito que representan esta tendencia, como el de Junta Islámica y el Instituto Halal; el Centro Cultural Islámico de Valencia, en el que ya de forma histórica, las mujeres han ido ocupando espacios de liderazgo en sus organizaciones, la Asociación de Chicas Musulmanas (Achime), o Red Musulmanas, entre otras. Son entidades que impulsan el cumplimiento y desarrollo del marco constitucional y jurídico en materia de diversidad y libertad religiosa, y en el caso del Instituto Halal, impulsando el desarrollo del mercado Halal en España con iniciativas como la Certificación bajo la Marca de Garantia Halal de Junta Islámica, la cual es considerada una organización líder y referente en los mercados europeos e internacionales, y materia de género, paritaria según los datos que se aportan:

  • El equipo humano del Instituto Halal está compuesto actualmente por 42 personas, de las que el 59,5% son hombres y el 40,5 % son mujeres.
  • En el equipo directivo la proporción de hombres es del 57% y la de mujeres el 43%.
  • La persona que ostenta la máxima representación dentro de la organización es una mujer, Directora General del Instituto Halal, y presidenta de la entidad religiosa Junta Islámica.

Atendiendo a estos datos, el Instituto Halal se puede considerar una organización paritaria ya que la representación por sexo, se encuentra equilibrada tanto en el conjunto del personal como en el equipo de  dirección.*

*Se entiende por representación equilibrada aquella situación que garantice la presencia de mujeres y hombres de forma que, en el conjunto de personas a que se refiera, cada sexo ni supere el sesenta por ciento ni sea menos del cuarenta por ciento. Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de la igualdad de género en Andalucía.