whatsapp-image-2016-11-08-at-09-04-52La directora general del Instituto Halal, Isabel Romero, ha participado hoy en el Foro de Mujeres Empresarias organizado en Corea por la World Islamic Economic Foundation. Romero ha sido invitada a ofrecer una ponencia en este foro, al que asisten las mujeres más influyentes de todo el mundo islámico.

La directora ha presentado una ponencia sobre la presencia de las mujeres en las estructuras de las entidades de certificación internacionales, en la que desvela cómo la presencia de las mujeres «ha ido incrementándose en los equipos de los organismos de certificación más importantes en el mundo, como JAKIM (Malasia), MUIS (Singapur), el Gulf Accreditation Centre (CCG) o MUI (Indonesia)».

Sin embargo, su presencia «está más relacionada con aspectos científicos y técnicos y se puede asegurar que existe un ‘techo de cristal’ para acceder a puestos ejecutivos» en estas organizaciones.

A su juicio, «aún queda mucho trabajo por hacer para que las mujeres puedan alcanzar posiciones más altas en los equipos directivos». Hay que tener en cuenta que «estos organismos de certificación influyen en el modelo de alimentación de millones de musulmanes en todo el mundo». La ausencia de las mujeres en este paradigma crea un vacío, puesto que al fin y al cabo «el papel de la mujer es crucial en el consumo Halal entre las familias musulmanas».

Otra de las limitaciones es «la ausencia de líderes de opinión y de consumo femeninas que influyan en el desarrollo de un estándar Halal». Por tanto, «existe un importante grupo de mujeres ajenas a los debates acerca de las categorías de productos que se pueden clasificar como Halal (‘permitidas’) o Haram (‘prohibidas’)», teniendo en cuenta la «gran diversidad de formas de cocción, materias primas, zonas climáticas, modelos económicos y situaciones particulares, que las entidades internacionales de certificación no están tomando en consideración».

Por tanto, existen oportunidades para las mujeres emprendedoras en el negocio Halal, por ejemplo promoviendo la creación de asociaciones de consumidoras en todo el mundo; en la promoción de cooperativas de consumidores para construir puentes comerciales y favorecer el acceso a productos Halal a un precio razonable, o en la creación de redes internacionales de productores centrados en una producción alimentaria más sana y ecológica.

Así mismo, las mujeres pueden promover plataformas de intermediación para la producción de productos más competitivos y de mayor calidad. Otra de las vías de desarrollo del emprendimiento femenino que propone Romero pasa por la creación de escuelas de catering Halal para cocineras y chefs profesionales, que les permita competir en igualdad de condiciones y talento con sus colegas masculinos.

También podrían desarrollar franquicias de ‘fast-food’ Halal, un campo en el que ya están trabajando las grandes compañías de este sector. Por último, las mujeres pueden trabajar por desarrollar una mayor conciencia sobre los beneficios de la igualdad de género en las estructuras de todo tipo de organizaciones que promueven el concepto Halal, algo que debería formar parte de los objetivos de todas las instituciones y entidades que actúan en este ámbito.

En 1996 la Junta Islámica de España, con sede en Córdoba, creó el Instituto Halal, que ha desarrollado su propia marca Halal de calidad. En estos 20 años, el Instituto Halal ha establecido relaciones de cooperación con un importante número de organizaciones de todo el mundo. En la actualidad, más de 300 empresas comercializan sus productos con la marca de garantía del Instituto Halal en más de 80 países de todo el mundo.